De la cabeza a la cola. Cómo se comercializa en Europa el tiburón | Oceana

Report | April, 2010

De la cabeza a la cola. Cómo se comercializa en Europa el tiburón

 

Algunos registros remontan la pesca de tiburón a la antigua Roma. Sin embargo, en las últimas décadas el volumen de las capturas de tiburones ha aumentado exponencialmente. Y, en la actualidad, constituyen una pesca objetivo tanto para las flotas pesqueras industrializadas como para las pesquerías artesanales.

Los tiburones se capturan principalmente por sus aletas, para elaborar la tradicional sopa de aleta de tiburón china. Hasta mediados de la década de los 80, durante la era de Mao Zedong y Deng Xiaoping, la aleta de tiburón se consideraba una exquisitez imperial prohibida en la mayoría de las mesas chinas y extremadamente cara para la mayor parte de la población.

Pero cuando la economía asiática despuntó, también lo hizo la demanda de la preciada sopa. Clasificada como un alimento “pu” (fortalecedor), a la aleta de tiburón se le atribuyen cualidades medicinales. Es el equivalente a la sopa de pollo de Occidente: es buena para curar una gripe, fortalecer la salud y el sistema inmunológico en general. Como las aletas de tiburón son mucho más valiosas que el resto del cuerpo, a menudo se realiza lo que se conoce como finning. Esta práctica, cruel e increíblemente derrochadora, consiste en subir a cubierta un tiburón, cercenar sus aletas y devolver el animal (a veces todavía vivo) al mar, donde inevitablemente morirá.

El equipo de Oceana llevó a cabo una investigación durante un año sobre el comercio de aletas de tiburón, en la que visitaron puertos, comerciantes e industrias del sector de todo el mundo. En los puertos, descubrieron que entre las especies de tiburón más importantes para el mercado de aletas se encontraban la tintorera (Prionace glauca), el marrajo (Isurus spp.), el pez martillo (Sphynra spp.) y el pez zorro (Alopias spp.). Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) los marrajos, los peces martillo y los peces zorro, que son pesca objetivo de las flotas palangreras de España y Portugal, se encuentran “amenazados”.

Aunque las aletas son la causa principal de la captura, cada vez mayor, de tiburones en todo el mundo, hay otras partes que se utilizan y consumen. En paralelo a los importantes mercados de aletas de tiburón de Asia, se han abierto otros nuevos, como los de algunos países sudamericanos. En Brasil y en países de Europa Oriental se han creado mercados como respuesta a las capturas crecientes de tiburones de Europa Occidental. La carne blanca de tiburón es muy apreciada por los consumidores europeos y, a menudo, sustituye a otros peces sobreexplotados de valor superior. Por ejemplo, en Italia los filetes congelados de tintorera se venden junto a los de pez espada. Los filetes de tiburón son más económicos y a veces se venden en lugar del sobreexplotado pez espada, ya que tiene un aspecto similar.

Recientemente, Polonia ha comenzado a demostrar cierto interés por los filetes de tiburón, gracias a las crecientes importaciones procedentes directamente de España. Por otro lado, los mercados de aceite de hígado de tiburón existen desde el siglo pasado. Históricamente, este tipo de aceite se usaba como lubricante de gran calidad para máquinas, pero más tarde fue reemplazado por productos sintéticos. Hoy en día se utiliza para producir escualeno, un caro ingrediente en ciertas cremas y lociones cosméticas. Se dice que el escualeno aumenta la absorción de las cremas y lociones para la piel y que evita la deshidratación. Algunas especies de tiburón de aguas profundas, pesca objetivo por su aceite de hígado, se han visto diezmadas, como el caso de la pailona (Centroscymnus coelolepis) y el quelvacho negro (Centrophorus squamosus).

La demanda de aletas, carne y aceite de hígado de tiburón, junto con la presión pesquera que esta demanda implica, ha llevado a numerosas especies de tiburones al borde de la extinción. Explotarlos únicamente para comercializar algunas partes de su cuerpo y sin aprovechar el animal entero no es una práctica de pesca sostenible. Como consecuencia, según la Lista Roja de la IUCN, un tercio de las poblaciones europeas de tiburones y rayas evaluadas se considera “amenazada”.